No estamos muertos. Somos algo llamado deltas. Muchos nos confunden con fantasmas, pero podemos sentir, nos pueden ver... El mundo, el tiempo, es como el agua de un río. No siempre tiene la misma velocidad, no siempre corre por los mismos lados. La mayoría de nosotros somos hojas siendo arrastradas hacia el mar, pero algunos, algunos son piedras que pesan, que pueden cambiar las cosas. Como tú, niñita. Y eso te hace muy peligros para ellos, para nosotros, para el mundo.