¡Cómo no conocíamos esta poesía! ¿Cuántos minutos, días, meses, años, de esperanzas, de sueños, de vida, perdimos al no conocerla? ¿Cómo no nos habíamos dado cuenta de que lo más terrible y doloroso, lo más puro y entrañable; el amor que persiste en las sombras, el cuerpo encarcelado que se va fundiendo con el paisaje alcanzando así una esperanza y una libertad más fuerte y límpida que el oprobio, la crueldad y la mentira, estaban siendo escritas al lado de nosotros? ¿Cómo no sabíamos que un poeta, un poeta prisionero, Luis Contreras Jara, a los 20 años, estaba trazando la parábola de Chile? ¿Cómo no supimos de su voz? ¿Estuvimos tan ciegos, tan sordos, nos golpearon tan duro como para no haber reconocido en la poesía de Desde el Muro la constelación sangrante y desollada de nuestras propias palabras, de las palabras de un largo país de desaparecidos? Raúl Zurita.