Déjenme decir en diez minutos que la poesía de esta Juana de Chile que acabo de leer es un
rehallazgo. Un reencuentro con la Palabra que más amé: la marginal y la libérrima, la que dice y no
alcanza, la del distanciamiento que a la vez es relámpago. Lo neutro (ni lo alto ni lo bajo, ni lo claro ni
lo oscuro): el zumbido del enigma. [...] El gran tema vital de este cuaderno es el despojo. No tener:
ser. [...] Pero óiganla a ella, la letra es de Juana. La música, del mar. La locura, en fin, la gracia.
Apuesto a esta mujer. Tiene lo suyo por desenfado y por misterio.
Gonzalo Rojas