"El título de una obra es la puerta de entrada que nos ofrece un registro integral del derrotero que lleva al lector, poema a poema, a un universo global. He aquí la gran paradoja: Claudio Ernesto nos dice: “El título queda pendiente”. ¿Es un juego, una provocación, una manera de ponernos en jaque? Yo lo presiento como un gesto de complicidad con un lector que asume una lectura tan comprometida como para titular según su propia experiencia lectora. El primer logro del libro ya está en ese título, y el lector es un “co-autor” mientras lee". Teresa Calderón (de su prólogo al presente libro)