A través de este libro se busca promover el interés por la historia alimentaria del país, disipar dudas y clarificar el origen de especies vegetales que formaron parte de la dieta de los antiguos chilenos.
En él se describen más de 200 especies señaladas como alimentarias y seguramente consumidas por nuestros antepasados, los que a través de la observación y la experimentación, consiguieron identificarlas y en algunos casos mejorarlas.
La investigación tiene su clave de lectura en estudios etnohistóricos, etnobotánicos, arqueológicos, en los escritos de los cronistas, en el análisis semántico de vocablos indígenas y en costumbres aún vigentes en las áreas rurales.
Las especies se presentan registradas por el o los nombre vernáculos, con su nombre científico, las zonas donde crecen, la parte de la planta que ha sido empleada y las referencias históricas o culturales que demuestran su utilización.