¿Qué pasaría si el mundo perdiera la razón? ¿Qué pasaría si el miedo fuese una enfermedad como la influenza o tuberculosis? Ahora imagínate que estás viendo al mundo desmoronarse, desde tu silla de ruedas, en el sanatorio. Sí, porque ese es el precio que tuviste que pagar por ser uno de los primeros contagiados con el Ruido Blanco.