Esta obra intenta representar dos caras de la vida cotidiana. Por un lado, nuestro contacto con lo onírico, con el inconsciente, que se instala dentro del concepto de ‘espejismos’ y (…) las ‘postales’, en cambio, describen una realidad, a veces crudísima, con escenarios de desigualdad, de dolor y de violencia, que a veces es simbólica, de género, de clase, e incluso sexual.