En la vida de todo ser humano existe un momento ( o puede existirlo), en el que deja de vivir de manera automática y se pregunta el por qué de lo que hace y el sentido que tiene o puede tener su vida. Hay un antes y un después de esa pregunta. Como afirma la autora en una de sus reflexiones, "el abrirnos a la presencia del misterio de nuestra vida es permitir que sea la pregunta, más que la respuesta, las que nos inspire y llene de ganas de seguir y seguir caminando"