Como se advierte en el epígrafe de este libro, la muerte de Neruda fue tan solo un tránsito para una nueva existencia en la memoria y en la revisión constante de su obra y de su intimidad. Volodia Teitelboim nos entrega aquí una colección de lúcidos y apasionados fragmentos sobre ese poeta inabarcable, desde su infancia etre locomotoras hasta su partida a pocos días del golpe militar de 1973